Cuando las partes no son capaces de resolver una disputa, y la negociación se queda estancada, se puede recurrir a otras vías para su resolución. Las alternativas que existen para gestionar los conflictos van desde evitar el conflicto hasta llegar a los tribunales, pasando por la negociación, la mediación y el arbitraje. Cada una de estas técnicas puede resultar muy adecuada en función del conflicto y las circunstancias.
Para muchas personas la negociación, la mediación y el arbitraje son lo mismo, y hoy nos gustaría aclarar que aunque pueden ser técnicas complementarias, la forma de actuar y los resultados de cada una son muy diferentes.
El principio fundamental de la negociación es saber qué se puede hacer para solucionar el problema. La negociación busca que las dos partes ganen a través de resultados que sean beneficiosos para todas las partes implicadas. En la negociación las partes se ponen en contacto y usan un diálogo directo para conseguir un acuerdo mutuamente satisfactorio.
Es probablemente en esa intención de que todas las partes ganen en lo que más se acerque la negociación a la mediación. En la mediación, las partes también se ponen en contacto, pero esta vez con un tercero imparcial, para que les ayude a definir el problema, comprender los intereses de cada uno e intentar lograr un acuerdo satisfactorio para las partes. En esta técnica de resolución de conflictos, los especialistas en mediación tratan de ayudar a los implicados para que se entiendan y así poder fortalecer las relaciones humanas rotas o deterioradas.
En el caso del arbitraje también encontramos una tercera persona imparcial, pero en este caso no busca cómo ayudar a las partes a resolver el problema, sino quién tiene la razón. En el arbitraje sólo hay un resultado posible, un ganador y un perdedor, ya que el árbitro se basa en los datos objetivos y en la norma para imponer la solución.
La negociación, la mediación y el arbitraje son procesos de resolución de conflictos en los que las partes acuden de manera voluntaria, son procesos más ágiles y económicos que los tribunales, pero cada uno tiene unas características adecuadas a cada tipo de conflicto.
Fuente: institutoandaluzdemediacion.es